Sunday, January 17, 2010

MI PRIMER DIA.

llegue a Estados Unidos en esos tipicos programas para universitarios, que te traen hacer los trabajos que nadie quiere hacer aqui. visto desde chile, mi pais de origen, seria toda una expriencia que llenaria mil vacios, espectativas y por que no, suenos.
seattle era solo una casualidad dentro de mi eleccion. firme contrato por una compania de seafood en chile, para trabajar en alaska. El trabajo seria en Dutch Harbo y con el programa pesca mortal (deadlies catsh) en su mejor momento, me parecia mas que un trabajo raro, una tremenda anecdota en mi vida...de los 33 grados de latitud sur en que vivia viajar a los casi 69 grados de latitud norte me parecia extremo, al borde de lo exitante, por cierto, nada de eso ocurrio.
ante de mi desilucion alasquena, el barco tenia como puerto de partida Seattle, por lo tanto mi llegada fue a Seattle.
cundo uno escucha seattle, lo primero que se viene a la mente es nirvana, stone temple pilot, etc. chascones noventeros, camisas de lenador y canciones que hablan de mosquitos y galletas con nombre, en fin la cuna del grunge.
debo decir que el SEA-TAC. no me impresiono en lo mas minimo, yo queria ver esa conglomeracion de edificios casi pegados unos con otros, que imponentes brotan del centro de las ciudades norteamericanas, y lo unico que vi fueron esos horrible edificios para estacionar autos, sin embargo seguia mi espiritu aventurero y queriendo conocerlo todo en el menor tiempo posible..averiguamos que teniamos que tomar un bus para llegar al centro de seattle donde se encontraba el hostal donde habia hecho mi reserva....en un primer momento la ciudad me parecio desordenada, como una gran fabrica hecha ciudad, no me gusto mucho la verdad, e incluso me desiluciono, como una pelicula donde uno espera que al final los buenos mueran y los malos ganen por fin, y un grito tuyo sale del alma y dice siiiii, pero no ocurre, y es un tipico final.
el downtown me parecio chico y feo, el mercado donde se tiran los pescado lo encontre poco atractivo y la ciudad olia a comida rapida por todos lados, despues de un ano la verdad me pregunto a donde se fue ese olor tan fuertes, por que sigo viendo a los mcdonald y subway en el mismo lado, lo unico que se, es que ese olor desaparecio de un momento que la verdad no fui capaz de percatarme.
me sorprendio como la droga golpiaba la ciudad, como los vagabundos eran protagonistas, y como todos eran indiferente a lo que a mi me era tan evidente y sobrecogedor.
en fin, creo que en un dia seattle no te muestra sus encantos, tampoco en un mes. mi vision a cerca de esta ciudad cambiaria, no tan pronto, pero lo haria. y ahi sigue Seattle igual que siempre, solo se quiere si se conoce, pero solo se ama si se vive.

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